Ya vienen las vacaciones, o tal vez ya algunos estén en ellas. Ahora que tenemos algunos días para nosotros podemos mejorar nuestras habilidades fotográficas, ya sea que salgamos de viaje o decidamos ser turistas en nuestra propia ciudad.
Si salimos de viaje lo primero es tener montar nuestro kit. Al momento de comprar nuestra cámara esta normalmente no trae una funda, esta es indispensable, ya que protegerá nuestro equipo y nos permitirá hacer el viaje más tranquilos.
Hay que irse por una bolsa poco aparatosa y de preferencia que no tenga el logo de alguna marca fotográfica, ya que nos puede convertir en magnetos de ladrones de cámaras, si la funda que escojamos tiene un logo podemos ponerle encima parches de tela o calcomanías, los botones metálicos no son muy recomendables por los problemas con los detectores de metales y porque suelen caerse mucho.
La gran mayoría de las personas actualmente utiliza cámaras digitales, esto hace que no necesitemos rollo, pero si necesitamos memoria disponible. El primer impulso puede ser decir: Si no me gusta alguna la borro. Esto puede ser un error, uno puede terminar borrando fotos que nos agradan bastante o que pueden tener mucho potencial.
Lo más conveniente a mi modo de ver es llevar memorias adicionales, cada vez son más baratas y vale mucho la pena tener espacio disponible. Unas dos memorias de dos gigas podrán ser suficientes para un viaje corto.
Una variable que suele pasarse por alto son las baterías, tenemos de dos tipos, las comunes AAA y AA o las propietarias de cada marca fotográfica. Si nuestra cámara utiliza AA o AAA lo mas recomendable es conseguirse dos pares de baterías recargables, a lo mejor al inicio gastamos un poco más pero por experiencia a veces si llegas a un pueblito o incluso a la mitad de un viaje, puede que no encuentres un lugar con tus baterías, pero es más seguro encontrar un enchufe donde conectar el cargador. ¡No se te olviden los adaptadores!.
Nunca falta que estamos de viaje y se ensucia el lente de nuestra cámara y todas las fotos nos salen borrosas o cuando estamos tomando una foto cuando hay luces se ve como neblina. En varias tiendas de equipo fotográfico podemos encontrar kits de limpieza, que podemos transportar en un pequeño estuche para cuando sea necesario.
Una libreta de taquigrafía es también muy recomendable, a veces se nos pueden olvidar los nombre de los lugares o algunos detalles que nos ocurrieron para tomar esa foto, lo mejor es llevar un registro, para escribir es siempre mejor un lápiz, ya que las plumas y estilógrafos pueden fallar y para nuestro fiel lápiz solo necesitamos un sacapuntas o una navaja.