Aprende a sonreír tres cuartos de sonrisa
A la gente no le gusta ver fotografías de sí mismos con enormes sonrisas. Sonreír demasiado deja ver las encías y hace que sus ojos parezcan rendijas.
Nunca vea directamente al lente
Dirige tu vista a un punto ligeramente arriba de la cámara.
Descansa tu peso sobre un pie
Esto es algo que las mujeres suelen hacer naturalmente cuando posan de pie para una fotografía. Los hombres, por el contrario, tienden a plantarse frente a la cámara con su peso distribuído uniformemente sobre ambos pies.
Así pues: si estás de pie, gira ligeramente y descansa tu peso en una de tus piernas. Y si estás sentado, inclínate hacia un lado.
Inclínate un poco hacia la cámara
Imagina que tuvieras un cuello largo, como una gacela. Baja un poco la barbilla para evitar que se vea una doble papada y para evitar que la cámara obtenga una vista del interior de sus fosas nasales.
Esto te hace verse interesante y natural, y añade «dimensión» a la foto.
Aprieta las pompis
La gente que modela profesionalmente aprende a «cambiar de estado» desarrollando un «disparador». Esto quiere decir que se condicionan. Así, cuando un modelo está a punto de ser fotografiado, incluso si trae un humor de perros, puede cambiar de estado en un instante. En vez de aparecer sorprendido con la guardia baja, aparece natural y pasándosela bien.
Lo creas o no, un disparador efectivo es «el apretón de pompas», que es exactamente eso: apretar las pompis con fuerza una contra la otra. Para comprobar su efectividad, pídele a alguien que se siente en una silla y, cuando lo haya hecho, pídale que apriete las nalgas. Con toda seguridad verá a su sujeto sonreír.